Alrededor de las 20:48, hora local, un avión comercial de American Airlines, vuelo 5342, que había partido de Wichita, Kansas, y estaba realizando la aproximación al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, colisionó con un helicóptero militar Black Hawk del Ejército de Estados Unidos.
Lamentablemente, las autoridades han descartado la posibilidad de supervivientes, y los equipos de rescate han trabajado incansablemente en las aguas gélidas del río Potomac para recuperar los cuerpos.
El accidente ha generado preguntas sobre la seguridad en el espacio aéreo de Washington, D.C., una zona conocida por la alta densidad de tráfico aéreo tanto civil como militar. Las autoridades están investigando las causas del accidente, y se espera que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) publique un informe detallado en los próximos meses.
Este trágico suceso ha conmovido a la comunidad internacional y ha puesto de relieve la importancia de seguir mejorando las medidas de seguridad en la aviación para prevenir futuros accidentes.